DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO
CICLO C
-LA VOCACION DEL ELEGIDO DE DIOS PROVOCA LA PERSECUCION-
Jer. 1, 4-5.17-19
4 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:
5 Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí.
17 Por tu parte, te apretarás la cintura, te alzarás y les dirás todo lo que yo te mande. No desmayes ante ellos, y no te haré yo desmayar delante de ellos;
18 pues, por mi parte, mira que hoy te he convertido en plaza fuerte, en pilar de hierro, en muralla de bronce frente a toda esta tierra, así se trate de los reyes de Judá como de sus jefes, de sus sacerdotes o del pueblo de la tierra.
19 Te harán la guerra, mas no podrán contigo, pues contigo estoy yo - oráculo de Yahveh - para salvarte»
- Estamos ante el relato de la vocación de Jeremías, la llamada de Dios es fuerte, es viva, es eficaz y compromete toda la persona. En Jeremías estamos retratados todos los que hemos sido llamados a seguir al Señor de una manera radical.
(v. 4)
-Siempre la elección de Dios nos es confirmada con su Palabra de alguna manera. Así sucedió en todos los profetas del A.T. y así sucedió en los apóstoles en el N.T. ¿Por qué iba a ser distinto en la economía de su Iglesia en el tiempo del Esp. Santo?. Así a Jer. le fue dirigida la Palabra de Jahvé.
(v. 5)
-Antes de la creación del mundo somos predestinados todos (Ef. 1, 4). Conocer equivale aquí a elegir y predestinar, porque es Dios el que conoce (Am. 3, 2) (Rom. 8, 29) (Is. 46, 1.5).
-Consagrar, más que una santificación interior, indica una segregación para el ministerio profético.
(v. 17)
-Estate preparado y levántate con la fuerza de Dios les dirás todo lo que yo te mande (1, 7-8). Cuando la palabra se posesiona de un hombre por su gracia, uno está atrapado como sin poder retroceder y si temblamos ante tamaña empresa, Dios mismo nos infunde un temor mayor a ofenderle.
(v. 18)
-Remueve en el profeta todo su interior para que crea, a veces contra toda esperanza: será fuerte (en su debilidad) contra todos los estamentos posibles: el país, los reyes, príncipes, sacerdotes y el pueblo de la tierra. La fuerza de Dios le custodia en la fe para salvación de él y de todos.
(v. 19)
-Al elegido le predice el Señor la persecución, pero también la fortaleza inexpugnable en la confianza en Jahvé. (Jer. 15, 20).