DOMINGO III (T. Ordinario)

CICLO A

- MANIFESTACION DEL MESIAS EN GALILEA -

Is. 8, 23b-9, 3

23b Como el tiempo primero ultrajó a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí, así el postrero honró el camino del mar, allende el Jordán, el distrito de los Gentiles.

1 El pueblo que andaba a oscuras

2 vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras, una luz brilló sobre ellos. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega, como se regocijan repartiendo botín.

3 Porque el yugo que les pesaba y la pinga de su hombro - la vara de su tirano - has roto, como el día de Madián.

(v. 23)       -   En las tierras del norte de Palestinaallende el Jordán,la Galilea de los gentiles, ha llegado la liberación. En este versículo han visto las regiones del norte la contraposición de un porvenir glorioso a un pasado de humillación. Parece aludir a las campañas de Teglat-Falasar III Pull en Galilea y a la deportación del año 732 (IIR. 15, 29) poco antes de la destrucción del reino de Israel.

(v. 1)         -   En el oráculo que sigue, Isaías anuncia undía de Jahvé que traerá la liberación a los deportados. El reinado pacífico de un hijo de linaje real, el Emmanuel de (7, 14). Esta profecía se cumple en Jesús, el Mesías que en Galilea dará a este oráculo su plena realización (Mt. 4, 13-16).

                  -   Jesús es esa luz del mundo (Jn. 8, 12s) que alumbra las tinieblas del pecado de los hombres.

(v. 2)         -   Las gentes se alegran al volver, pues vuelven por la presencia entre ellos de Jahvé (Sal. 125 (126)) y hace comparaciones en el labrador que recoge sus gavillas o el vencedor que se reparte el botín.

(v. 3)         -   Dios ha quebrantado el poder enemigo como en el día de Madián (Jc. 7, 15-25) por mano de Gedeón, un juez de Israel.

I Cor. 1, 10-13.17

10 Os conjuro, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que tengáis todos un mismo hablar, y no haya entre vosotros divisiones; antes bien, estéis unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio.

11 Porque, hermanos míos, estoy informado de vosotros, por los de Cloe, que existen discordias entre vosotros.

12 Me refiero a que cada uno de vosotros dice: « Yo soy de Pablo », « Yo de Apolo », « Yo de Cefas », « Yo de Cristo ».

13 ¿Esta dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por vosotros? ¿O habéis sido bautizados en el nombre de Pablo?

17 Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio. Y no con palabras sabias, para no desvirtuar la cruz de Cristo.

-                San Pablo magistral

mente soluciona aquí el problema de lospartidos de Corinto con el insuperable tratado de lasabiduría de la cruz. Es el primer gran tema de la carta, es decir, se examina aquí el siempre actual problema de la unidad de la Iglesia. Pablo en (10-12) pone lo primero en claro la situación de hecho y en (v. 13) introduce una observación personal, cuya última frase le ofrece ocasión para descubrir la raíz más profunda del mal.

(v. 10)       -   Pablo les habla como hermano y en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Una exhortación así, tan llena de amor y tan suplicante, tan llena de autoridad y al mismo tiempo tan compasiva sólo puede venir de Jesucristo que es a la vez nuestro Dios y nuestro hermano. El Apóstol usa aquí una expresión que refleja el valor exacto de cuanto nos dijo antes sobre el llamamiento de una comunidad a la santidad. Pero este nuevo don está en entredicho ante la situación escandalosa de división. Si están unidos íntimamente con Cristo ¿cómo hay otro nombre tan importante que pueda ser causa de división?.

                  -   Que seancon-cordes”, es decir, quedigan lo mismo. Estos no son propiamente cismáticos, pero con su conducta ponen en peligro cuanto tenían en Cristo.

(v. 11)       -   Después menciona el conducto por el que llegó a conocer la situación: Pablo no se apoya en una carta anónima, sino que Cloe, una mujer digna de crédito y con sentimientos de responsabilidad, le hace saber, a través de los suyos, la situación: la mujer era importante en la iglesia naciente.

(v. 12)       -   Podemos conjeturar sobre estos cuatro nombres: Pablo, Apolo, Cefas y Cristo: 1º) Pablo les ganó a la fe. Apolo prosiguió la tarea misional (Act. 18, 24-28). Hombre formado en Alejandría y más tarde orador cristiano. En él se apoyaban quienes deseaban un cristianismo de formación más elevada. Por otra parte, desde fuera habían llegado judeocristianos que daban mucha importancia a haber conocido a Cefas, el primero de los apóstoles, oponiéndole incluso a Pablo. Y el grupo más oscuro es mencionado el último: abusa del nombre de Cristo para su programa de partido.

                  -   Nos puede parecer escandaloso estas divisiones en una comunidad tan reciente, pero el espíritu griego será siempre un peligro en cualquier ambiente culto.

                  -   Es lo que sucede hoy a nivel ecuménico y universal.

(v. 13)       -   Pablo alude aquí al partido de más contrasentido y los opone al nivel: a Cristo y a Pablo ¡es una locura! ¡cuán importante es para S. Pablo la unidad de Cristo y de la comunidad!.

                  -   Crucifixión de Cristo y bautismo del cristiano forman una unidad inseparable.

(v. 17)       -   En este versículo inicia S. Pablo un análisis que va a desarrollar ampliamente a continuación. Pablo se siente Apóstol por gracia de Dios, es decir, no con elocuencia humana sino con lenguaje aprendido del Espíritu Santo (2, 4).

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