NO ORÉIS ERGUIDOS, SINO INCLINAOS ANTE DIOS
9 Dijo también a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, esta parábola:
10 « Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano.
9 Dijo también a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, esta parábola:
10 « Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano.
39 Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa.
40 También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.»
1 Les decía una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer.
2 « Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres.