Hoy el reto del amor es preparar tu Pentecostés
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¿CÓMO PREPARARME?
Siempre me ha encantado este sábado, víspera de Pentecostés. Es un día de preparativos, con un ambiente de fiesta, que me recuerda mucho a la víspera del Domingo de Resurrección. Y todo ayuda para poder vivir mejor este día.
Así que, en la oración, mientras me asaltaban ideas para poner en la iglesia con flores o pensando qué ornamentos podíamos poner y demás cosas para vestirla, le preguntaba al Señor: “¿Qué tengo que hacer para prepararme yo? ¿Cómo puedo estar lista para recibir Tu Espíritu Santo mañana?”.
Y Su respuesta fue rápida y clara: “Sencillamente, estar donde tienes que estar”. Sí, en seguida me trajo a la memoria cómo los Hechos de los Apóstoles insiste en explicar que ‘los discípulos permanecían unidos en oración junto con María, la madre de Jesús…’. Eso fue lo único que ellos hicieron: perseverar, juntos, en oración.
Qué impresionante, porque tantas veces pensamos que somos nosotros los que “tenemos que hacer” o, al revés, que “si no hacemos” entonces no obtendremos aquello que esperamos.
Sin embargo… ¡es mucho más bonito todavía! Porque todos los dones del Señor son un regalo, son gratuitos, no se trata de algo que tengamos que merecer, ni hay condiciones. Él nos los da aun sabiendo que muchas veces ni nos percatamos de ello. Únicamente, para descubrirlos y acogerlos, necesitamos un corazón sencillo y abierto al Don de Dios.
Hoy el reto del amor es preparar tu Pentecostés. Tan sencillo como estar allí donde el Señor te ha puesto, y con un corazón abierto y sencillo para percatarse de la obra que va haciendo el Señor.
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
