Hoy el reto del amor es que, cuando experimentes esa necesidad de recomenzar, busques expresamente un rato de oración
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
NECESIDAD DE RECOMENZAR
Hoy me he levantado pensado que ya no puedo retrasarlo más… ¡Tengo que hacer una limpieza a fondo a los peces!
Realmente tendría que habérsela hecho mucho antes, pero es que ya el acuario muestra la necesidad, pues sus cristales se van llenando de verdín, el filtro comienza a ralentizarse indicando que está un poco atascado…
Cuando pensaba esto mientras me preparaba para bajar al coro, me daba cuenta de así es también la oración. Hay muchos tipos de oración: unas veces nos pasamos ese rato de oración con el corazón lleno de acción de gracias y alabando al Señor, otras es más un tiempo para presentarle al Señor personas, enfermos, situaciones; otras, sencillamente, estamos ahí con Él… pero también otras veces nos presentamos así, como este acuario, ante el Señor, necesitados de una regeneración, de que Él nos ponga a punto para comenzar de nuevo.
Cuántas veces nos damos cuenta de que se nos impone algo de mal humor o impaciencia con los demás, que termina siendo impaciencia con uno mismo… A cada uno se nos manifiesta de una manera nuestra necesidad de comenzar de nuevo.
Y es que la oración se trata de una relación personal con Cristo, y es Él quien realmente nos construye, nos hace nuevos. Nosotros somos como Sus “canales de Gracia”, desde donde pasa Su Gracia hacia los demás, por eso muchas veces la oración será ese rato en que le dejamos desatascar ese canal, para que Él vuelva a fluir por nosotros hacia los demás.
Hoy el reto del amor es que, cuando experimentes esa necesidad de recomenzar, busques expresamente un rato de oración. Allí con Él, déjate reconstruir, ábrete a Su Verdad para que te pueda desatascar, y vuelve a ser Su “canal de Gracia” hacia los demás.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
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