HOY VIVE DE CRISTO POR MEDIO DEL SALMO RESPONSORIAL

Queremos vivir de Cristo, hoy de la mano de sor MªJesús con la sección: Salmo Responsorial. ¡Feliz día!

SALMO RESPONSORIAL

Día 16 de octubre, domingo XXIX del Tiempo Ordinario, ciclo C

Salmo 120 (119)
El auxilio me viene del Señorque hizo el cielo y la tierra.

Levanto los ojos a los montes, ¿de dónde me vendrá el auxilio?

El auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra.
No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme;
No duerme ni reposa el guardián de Israel.
El Señor te guarda de todo mal, está a tu derecha, de día el sol no te hará daño ni la luna de noche.
El Señor te guarda de todo mal, El guarda tu alma.
El Señor guarda tus salidas ahora y por siempre.


La primera lectura tomada del libro del Éxodo nos presenta un episodio que, muchas veces, se ha usado para explicar la vida contemplativa. ¿Quién ganó la batalla? ¿Josué con el ejército, unos pocos hombres? O ¿Moisés, Aarón y Jur orando en el monte? La victoria es del Señor. La ganaron juntos. Siempre ganamos cuando estamos todos unidos, cada cual en su puesto.El domingo anterior San Pablo decía a Timoteo “si perseveramos, reinaremos con El”. Cuando Moisés perseveraba en la oración, vencía Josué, si aflojaba perdía. Tuvieron que ayudarle a mantenerse firme en la oración y así vencieron.

Es una imagen muy elocuente para responder con todo el salmo 120 (119) “El auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra”. El pueblo de Israel estaba rodeado de pueblos paganos, politeístas o gentiles; tenían muchos dioses a los que invocaban pero no les respondían. Israel también levanta sus ojos a los montes, para experimentar que no salvan los elementos naturales, que no se encuentra otro auxilio que el del Creador del cielo y la tierra, de los montes y los mares. Experimentaban que Dios está a su derecha, que les cuida y hasta de que no resbalaran sus pies. Ni el sol les daña, ni la luna, en todo el camino Dios está con ellos.

Decir que Dios hizo el cielo y la tierra es como dejar bien expresada la superioridad de Yahveh sobre todos los dioses paganos, que cada uno tenía su parcela de influencia; así uno era el que se ocupaba del tiempo, del vino, de la fertilidad… pero Yahveh, el Dios de Israel, hizo el cielo y la tierra con todo lo que contienen. Y es protector de su pueblo como expresa tan bellamente el salmo.

Es un salmo del grupo de los llamados de peregrinación, que eran cantados cuando iban hacia Jerusalén. También llamados graduales o de las subidas, porque los cantaban mientras subían hacia el monte del Señor, siempre las cimas de los montes han sido como lugares privilegiados para la cercanía, manifestación de Dios. Cuando el pueblo subía por las gradas hacia el templo, los salmos que empleaban eran los que mejor expresaban la acción de gracias, la alabanza o la confianza en Dios. Este salmo canta la experiencia que durante el camino habían tenido de la protección de Dios.

En casi todos los versos de este salmo se repite el concepto guardar, haciendo así que sea el motivo dominante del mismo. Dios guarda al hombre y se determina con el título dado a Dios “guardián de Israel”. Así es la relación de estos dos extremos: El Dios Creador, dueño de todo es el que cuida y guarda al pueblo desvalido que se siente indefenso y necesitado de ayuda.

El autor del salmo es un miembro de Israel y se siente protegido, guardado, preservado, cuidado por Dios, el único Dios que ha hecho todo, cielo y tierra. Al reconocer esta grandeza divina no se siente alejado, sino precisamente ante la grandeza de Dios, se despierta más la conciencia de la necesidad de la presencia protectora, que hace resaltar la confianza, que aquí aparece por encima de otro sentimiento con las expresiones más precisas.

La pregunta inicial y su respuesta, es un recurso del poeta autor para responderse a sí mismo y seguir afianzando la enseñanza de la confianza en Dios protector. El salmo en efecto, tiene forma de lección. En los dos primeros versículos se plantea la pregunta y se responde seguidamente de forma sintética y genérica. El resto de versos lo desarrolla y aplica. No se pregunta de dónde le viene el auxilio porque sienta zozobra por la ignorancia o el desvalimiento, sino que es una ficción retórica para dar realce a la respuesta. La pregunta requiere una única respuesta que viene dada con precisión. Vienen incluidas en sus respuestas las actividades de la providencia protectora de Dios.

Además deja bien claro que el guardián de Israel no es como otros guardas que pueden ser vencidos por el sueño o el cansancio. Dios vela siempre con amor para alejar todo daño: sol, sombra, resbalones… en todo tiempo: día, noche, ahora y siempre, en todo lugar o acción: entradas y salidas. Dios está a tu derecha, como escudo defensor; en la derecha se llevaba el escudo en las batallas. Para asegurar cobijo a su lado, no solo en el presente sino siempre: antes, ahora y después. Esto es Dios nos guarda siempre. Ahora y siempre.

Hoy también como el domingo anterior somos invitados a dar gracias por los continuos cuidados que Dios nos tiene, a vivir alegres reconociendo que todo es gracia. El cristiano sobre todo es quien da gracias a Dios porque reconoce que todo es don. Y junto con esto el toque de atención a perseverar en la oración, en la relación confiada con Dios. No nos cansemos de exponerle nuestras necesidades, no nos cansemos de alabarle reconociéndole como nuestro guardián, no nos cansemos de confiar siempre. Adelante a caminar confiados que tenemos buena compañía.

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