• 1

TESTIGOS DE JESÚS, OFENSA AL ESPÍRITU SANTO.

8 « Yo os digo: Por todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios.

9 Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
10 « A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.
11 Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o qué diréis,
12 porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir. » (Lc. 12, 8-12)

Ser testigo de Jesús es tener siempre presente que Él es el Señor que todo lo sabe y todo lo puede y todos los demás somos hermanos. Cuando alguien me pida cuentas de mi fe, he de ser muy claro, lo entienda o no el interlocutor. Yo soy un siervo de Dios a quien Él ha elevado a la categoría de hijo, pero como criatura. Soy un siervo y le debo todo a Dios. Esta declaración ha de estar grabada a fuego en mi corazón, para que cuando los hombres me pregunte o tienten con planteamientos ambiguos yo sea claro y sencillo en mis palabras, y esto tanto si gusta o no, si se entiende o no. A quién he de ser fiel solamente es a Cristo, que me amó hasta entregarse por mí. Y esto no lo ha hecho nadie a mi favor.

Pero si en un momento de inconsciencia negare a Jesús ante mis hermanos, Dios podrá perdonarme mi desvarío, pero lo que no me perdonará será que blasfeme contra el Espíritu Santo. ¿Qué es blasfemar contra El? Pues el Espíritu es el Amor de Dios, es Dios mismo y en los hombres y en todas las cosas. Si llegamos a decir que el Espíritu Santo no es amor, es tal la ofensa a la esencia divina, que esta mentira atroz, no puede ser perdonada al que solo sabe ser Amor y dar Amor…

En la oración pidamos a este amable y buen Espíritu Santo que nos enseñe a amarle y no a juzgarle, como haría un hombre impío. Seamos buenos y dóciles y veamos que en este mundo, tan lleno de peligros y asechanzas, sólo tenemos un Defensor, un Abogado que está siempre con nosotros y que viendo nuestra impotencia para defendernos, Él nos va dictando palabras de sabiduría y fortaleza y esto ante los más poderosos de esta tierra: los jueces y las autoridades. Ellos serán mudos ante la Palabra de Dios que saldrá de nuestros labios… Y esto no solo ante los poderosos sino ante cualquier hermano que quiera contradecir mi fe y amor a Jesús.

Dame Señor amor a tu Espíritu Santo. El desea ser amado.

CD9B9EEA EE51 4378 8A0A 183A08C0AA95

Imprimir Correo electrónico

Gracias a Google, Norton y McAfee, te podemos garantizar que nuestra web, su contenido y los servidores desde donde se proporciona el servicio, son 100% seguros y están verificados. Puedes comprobarlo pinchando en las imágenes de abajo .
navegacion segura googlenavegacion segura nortonnavegacion segura mcafee

ImagenCookies

Hola! ¡Bienvenido a la página web del monasterio de san Blas! Nos encanta verte por aquí y esperamos que este sitio sea un lugar donde puedas encontrarte con Jesucristo Resucitado. Tan sólo queremos pedirte un favor: para mejorar la página y facilitar tu navegación por ella necesitamos que aceptes nuestras cookies. ¡Muchas gracias y oramos por ti!