SAGRADO CORAZON DE JESUS

CICLO A

Dt. 7, 6-11

6 Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahveh tu Dios; él te ha elegido a ti para que seas el pueblo de su propiedad personal entre todos los pueblos que hay sobre la haz de la tierra.

 

7 No porque seáis el más numeroso de todos los pueblos se ha prendado Yahveh de vosotros y os ha elegido, pues sois el menos numeroso de todos los pueblos;

8 sino por el amor que os tiene y por guardar el juramento hecho a vuestros padres, por eso os ha sacado Yahveh con mano fuerte y os ha librado de la casa de servidumbre, del poder de Faraón, rey de Egipto.

9 Has de saber, pues, que Yahveh tu Dios es el Dios verdadero, el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda la alianza  y el amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos,

10 pero que da su merecido en su propia persona a quien le odia, destruyéndole. No es remiso con quien le odia: en su propia persona le da su merecido.

11 Guarda, pues, los mandamientos, preceptos y normas que yo te mando hoy poner en práctica.

(v. 6)         -   Así como en (14, 2) tenemos aquí afirmada la elección de Israel. Dios ha venido abuscarse un pueblo” por medios milagrosos (4, 34) (4, 20; 26, 7-8). Los motivos de esta elección se dan en (vv. 7-8): el amor y fidelidad a las promesas gratuitamente hechas a los Padres (4, 37; 8, 18; 9,5; 15, 15). Esta elección queda sellada por la Alianza (v. 9) (5, 2-3) y hace de Israel un pueblo consagrado (26, 19). Esta teología de la elección que expresa con tanta fuerza el Deuteronomio invade todo el Antiguo Testamento, en el cual Israel es un pueblo aparte (Nm. 23, 9), el pueblo de Dios (Jc. 5, 13) a El consagrado (Ex. 19, 6) que ha entrado en su alianza (Ex. 19, 1). Su hijo (Dt. 1, 31), la nación del Emmanuel, elDios con nosotros (Is. 8, 8.10). Esta elección hace de Israel un pueblo separado, pero los profetas anuncian el reconocimiento de Jahvé por todas las naciones y el universalismo de la salvación (Is. 49, 6). Es la era mesiánica inaugurada por la venida de Jesús.

(v. 7-8)      -   La elección es pura liberalidad divina, ningún mérito ha aportado Israel a esta selección de entre todos los pueblos, sólo por amor y por mantener la Palabra que había hecho a los Patriarcas (Jn. 15, 16; I Cor. 1, 26-29; I Jn. 4, 10.19) salvó de todo peligro a este pueblo e hizo cosas maravillosas con él.

(v. 9-10)    -   Jahvé es un Dios fiel, no es un hombre que no sabe ni puede cumplir sus promesas (Mi. 6, 4;  Dt. 4, 35; 5, 9s) (Ex. 34, 6-7). Insiste aquí en la responsabilidad individual (Dt. 24, 16) un progreso respecto (Ex. 34, 7) hasta que venga (Ez. 14, 12-18) a plenificar la revelación.

(v. 11)       -   Viene el autor del Deuteronomio a poner broche final como en otros lugares (8, 6) (10, 13) insistiendo en la guarda fiel de los mandatos de Jahvé, para que El mantenga su amor por siempre.

Imprimir

ImagenCookies

Hola! ¡Bienvenido a la página web del monasterio de san Blas! Nos encanta verte por aquí y esperamos que este sitio sea un lugar donde puedas encontrarte con Jesucristo Resucitado. Tan sólo queremos pedirte un favor: para mejorar la página y facilitar tu navegación por ella necesitamos que aceptes nuestras cookies. ¡Muchas gracias y oramos por ti!