DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO

CICLO A

- AMOR A LOS ENEMIGOS -

Lv. 19, 1-2; 17-18

1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:

2 Habla a toda la comunidad de los israelitas y diles: Sed santos, porque yo, Yahveh, vuestro Dios, soy santo.

17 No odies en tu corazón a tu hermano, pero corrige a tu prójimo, para que no te cargues con pecado por su causa.

18 No te vengarás ni guardarás rencor contre los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Yahveh.

(v. 1-2)      -   Este capítulo reúne prescripciones morales y cultuales concernientes a la vida cotidiana, sin un orden aparente, a no ser la referencia repetida a Jahvé y a su santidad (11, 44-45). El hombre hecho a imagen de Dios ha de ser santo porque Dios es santo. Es un imperativo en la conciencia, que muchas veces debíamos meditar ante nuestros actos remisos y obras deficientes.

                  Del primer mandamiento dimana esta fuerza para ser como Dios: amar a Dios sobre todas las cosas.

(v. 17-18)  -   Respecto del prójimo, la perfección exigirá cada vez más una interiorización que Jesús profundizará todavía más. (Ez. 33, 1-9) Si. 10, 6). Poco a poco este amor se redujo a los connacionales y más tarde Jesús perfeccionará esta ley (Mt. 5, 43) con suamad a vuestros enemigos.

Imprimir Correo electrónico

Gracias a Google, Norton y McAfee, te podemos garantizar que nuestra web, su contenido y los servidores desde donde se proporciona el servicio, son 100% seguros y están verificados. Puedes comprobarlo pinchando en las imágenes de abajo .
navegacion segura googlenavegacion segura nortonnavegacion segura mcafee

ImagenCookies

Hola! ¡Bienvenido a la página web del monasterio de san Blas! Nos encanta verte por aquí y esperamos que este sitio sea un lugar donde puedas encontrarte con Jesucristo Resucitado. Tan sólo queremos pedirte un favor: para mejorar la página y facilitar tu navegación por ella necesitamos que aceptes nuestras cookies. ¡Muchas gracias y oramos por ti!