29 DE SEPTIEMBRE - SANTOS ARCÁNGELES MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL

FIESTA

                                                                        

Dn. 7,9-10. 13-14

9 Mientras yo contemplaba: Se aderezaron unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestidura, blanca como la nieve; los cabellos de su cabeza, puros como la lana. Su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente.

10 Un río de fuego corría y manaba delante de él. Miles de millares le servían, miriadas de miriadas estaban en pie delante de él. El tribunal se sentó, y se abrieron los libros.

13 Yo seguía contemplando en las visiones de la noche: Y he aquí que en las nubes del cielo venía como un Hijo de hombre. Se dirigió hacia el Anciano y fue llevado a su presencia.

14 A él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás.

(v.9)         -    Los tronos de los jueces: los santos de Dios, son llamados a juzgar con El, ya según la tradición judía (HENOC) y más claramente según las promesas de Jesús (Mt 19,28; Ap. 3,21; 20,40). El trono de Dios con sus ruedas, ardiente y deslumbrador, recuerda el carro divino de Ez 1.

(v.10)      -    El libro en que se inscriben todos los actos humanos buenos y malos (Jr.17, 1; Ml. 3,16; Lc 10,20  ; Ap.20,12). La imagen se recoge en el “DIES IRAE”. El libro de los predestinados o libro de la Vida (12,1) (Is. 4,3; Lc.10, 20).

(v.13)         - En las visiones de la noche aparece “sobre las nubes”, (fórmula acuñada en Daniel que sirve a todo el N.T. para expresar la venida del Hijo del Hombre y su ascensión a los cielos) (Mt 24,30; 26,64) (Ap 1,7). “Hijo del Hombre”= BAR NASA (en arameo) y BEN ADAM (en hebreo) ambos equivale a “hombre”.    En Ezequiel, Dios llama así al profeta, pero aquí tiene un sentido especial, eminente, designando a un hombre que supera misteriosamente la condición humana. “Sentido personal” como atestiguan los textos apócrifos antiguos: Henoc y IV Esdras; interpretación rabínica y Jesús mismo aplicándoselo (Mt 8,20). Pero también “sentido colectivo” (VV 18.22) = son los santos del Altísimo. Pero este sentido, igualmente mesiánico, prolonga el sentido personal ya que el Hijo del Hombre, es cabeza, representante y modelo del pueblo de los santos. San Efrén por eso pensaba que la profecía se refería primero a los judíos (los macabeos) y por encima de ellos y de manera perfecta a Jesús.

(v. 14)         - Aquí en Daniel, este Hijo de Hombre es llevado a la presencia del Altísimo (del Anciano), mas en (Mc 13,26) es Él quien desciende del cielo (7,27) (Ap 4,11). A este personaje se le ha dado todo poder, toda la gloria como a Dios y se le han entregado todas las naciones de la tierra, y todo ello, por toda la eternidad. Su realeza, sólo puede ser una realeza divina.

Ap. 12, 7-12ª

7 Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Angeles combatieron con el Dragón. También el Dragón y sus Angeles combatieron,

8 pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos.

9 Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Angeles fueron arrojados con él.

10 Oí entonces una fuerte voz que decía en el cielo: « Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios y la potestad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.

11 Ellos lo vencieron gracias a la sangre del Cordero y a la palabra de testimonio que dieron, porque despreciaron su vida ante la muerte.

12 Por eso, regocijaos, cielos y los que en ellos habitáis.

(v.7)         -    Este cuadro es continuación del anterior y completa la motivación de la furia e impotencia del dragón. Además, la existencia de este poder contrario a Dios dentro de su creación, se explica con la historia de su origen.

                -    En el primer cuadro, se ve la tentativa de Satán para impedir la acción redentora de Dios; el segundo, saca a la luz las consecuencias que tuvo para el adversario de Dios. El vidente lo contempla en forma de batalla en el cielo.

                 -    En estas descripciones late la caída de unos ángeles, espíritus rebeldes, que fueron vencidos en los albores de los tiempos por los ángeles fieles al servicio de Dios. He aquí en el trasfondo la explicación del origen del mal. Este principio, no se presenta como eterno, sino en la figura de ángeles buenos y poderosos que fueron infieles a Dios y por ello abatidos (Gen 3, 5.9). En la primera pareja fue tentada con el “seréis como dioses” y en Miguel Quién como Dios”, aparece la divisa de combate de aquellos ángeles. Esta lucha es el origen de todos los conflictos de la historia y en la vida de cada uno.

                 -    Juan nos muestra aquí el fracaso del diablo ante la acción redentora de Cristo (Lc 10,18).

(v. 8-9)    -    El diablo y su séquito cayeron definitiva e irrevocablemente. Tres veces se repite: “arrojado” como un grito de victoria. Con tres nombres se designa al ángel rebelde: 1º “la antigua serpiente” (Gen 3, 1-7); 2º “padre de la mentira” (Gen 3, 8-24); 3º “homicida desde el principio” (Jn 8,44). Es el “diablo”, del griego= “causante de desorden, de confusión”, “calumniador” (v.10), de aquí las hostilidades entre los hombres; “Satán” del hebreo= “adversario”, antagonista de Dios: el que seduce el universo entero (Mt 24, 23s).

(v.10a)     -    Este hecho de salvación, se celebra en un himno del cielo. Es un solo entonado por un representante de la humanidad redimida (sin duda uno de los ancianos) (4,4),en nombre de todos. Con la muerte sacrificial del Mesías e Hijo de Dios, “el Cordero”, la historia de la humanidad tomó un nuevo sesgo. La batalla decisiva, aseguró la victoria de Cristo y la salvación, sin haberse consumado todavía, avanza hacia su consumación.

(v.10b-12)     - La reivindicación de Satán que clamaba ante Dios día y noche, se ha extinguido ya (Rm 8,33). Por la gracia que Cristo nos ha merecido en la cruz, el hombre ha adquirido la capacidad de ser señor sobre el Maligno.

                 -    El triunfo de Cristo, es el de todos y la muestra de ello está en la muerte serena con que los mártires sellan en ella su fe en Cristo. Por la gracia de Cristo, ninguna exigencia es excesiva, ni siquiera el martirio cruento.

Jn. 1, 47-51

47 Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: « Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. »

48 Le dice Natanael: « ¿De qué me conoces? » Le respondió Jesús: « Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. »

49 Le respondió Natanael: « Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. »

50 Jesús le contestó: « ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. »

51 Y le añadió: « En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar

sobre el Hijo del hombre.

                 -    En el encuentro entre Jesús y Natanael, sobre todo, se pone de relieve la iniciativa de Jesús. Este hace sobre él una observación sorprendente: “es un auténtico israelita, en quien no hay doblez”. Jesús tiene un “conocimiento sobrenatural”. A todos conoce entera y perfectamente (2, 23-25). Natanael, es un ejemplo típico porque es aquel que llega a la fe y reconocimiento de Jesús. Su escepticismo inicial, se debe a que está familiarizado con la Escritura, pero ha superado el obstáculo inicial del origen de Jesús de Nazaret.

(v. 48-49)     - A la sorprendida pregunta de Natanael:”¿ De dónde me conoces?”, responde Jesús, enigmáticamente con algo que sólo Natanael sabe. Y se siente tan sobrecogido por estas palabras que confiesa sin reservas que no sólo es Maestro, sino Hijo de Dios y Rey de Israel, es decir, el Mesías que había de venir. Y Jesús le promete ver cosas mayores.

                -    Esta visión sobrenatural ya aparece en (Is.11,1-4) donde el “nuevo David” no juzgará por lo que oiga o vea sino con justicia y rectitud porque posee en plenitud el Espíritu de Yahvé (1,33). Jesús nos trae algo que sorprende al hombre: de inmediato le descubre la verdad sobre sí mismo, es decir, ese encuentro con Jesús se da al comienzo de la fe y cuando esta crezca se verán “cosas mayores”.

(v. 50-51) -    Se concluye con un logión sobre el Hijo del Hombre. Juan Bautista, enviado por Dios como testigo de Cristo, hablaba del “Cordero de Dios” y Jesús les dice lo que él cree de sí mismo: “es el Hijo del Hombre”. Este aserto comienza con la fórmula semita: “Amén, amén”, que enfatiza y pone el sello de verdad fiable y válido de lo que se va a decir. En los sinópticos, en palabras de Jesús, el Amén, se dice sólo una vez, mientras que en Juan se dice dos veces: “en verdad, en verdad”. El único que habla del Hijo del Hombre es Jesús y lo hace siempre en tercera persona. El contenido de la afirmación lo recoge del A.T. sobre el sueño de Jacob en Betel (Gen 28,10-22). Este relato del Gen. tenía por objeto establecer una conexión entre el culto a El de Betel y la fe en Yahvé.

                -    Los judíos interpretaban este pasaje de diversas maneras pero conciliadas con la teología de Juan puede salir lo siguiente: a/ Jesús significa la liberación del culto antiguo establecido por Moisés en el Sinaí con una salvación nueva y b/ el Hijo del Hombre está en comunión viva y permanente con Dios.

                 -    La expresión “veréis el cielo abierto” recuerda la historia del Bautismo (Mc 1,10): en Jesús se manifiesta el Dios oculto, él es el lugar de Dios y el punto de su revelación en el mundo. Los ángeles le sirven (Mc 1,13; Mt 4,10). Jesús nos abre acceso al mundo celeste, a Dios.

                 -    Por otra parte, los títulos cristológicos que Natanael emplea, están en el Evangelio de Juan como “Hijo de Dios”, ”el Hijo”, “el Unigénito”, “el Hijo Unico” y “Rey de Israel” está en las aclamaciones de Domingo de Ramos (12,13).

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