III DOMINGO DE ADVIENTO

CICLO B

- HAN LLEGADO LOS TIEMPOS MESIANICOS -

Is. 61, 1-2ª.10-11

ME GOZARE EN GRAN MANERA EN JAHVE

1 El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad;

2a a pregonar año de gracia de Yahveh,

10 « Con gozo me gozaré en Yahveh, exulta mi alma en mi Dios, porque me ha revestido de ropas de salvación, en manto de justicia me ha envuelto como el esposo se pone una diadema, como la novia se adorna con aderezos.

11 Porque, como una tierra hace germinar plantas y como un huerto produce su simiente, así el Señor Yahveh hace germinar la justicia y la alabanza en presencia de todas las naciones. »

 

                 

                  -   Estaacción de gracias del tercer Is. está puesta detrás de un párrafo en que se nos dice la ”Misión del profeta”, eco de los cantos del siervo de Jahvé.

(v. 10)       -   Comienza como la oración que Ana en (I Sam. 2, 1) pronunció en el santuario de Jahvé en acción de gracias por el don recibido. Se le llama el prototipo del Magníficat que entonó María (Lc. 1, 46s.). En Isaías la acción de gracias está en gran manera motivada por la salvación con la que Sión ha sido revestido, con el manto de santidad en donde se siente envuelta y por los aderezos reales con que ha sido adornada: diadema y joyas. Todo ésto se expresa en un gozo desbordante (Ap. 21, 2) (Ap. 19, 8).

(V. 11)      -   Así de natural y simplemente como la tierra germina sus plantas y los huertos producen sus frutos, así el Señorhará germinar la justicia (45, 8) y hará brotar la alabanzaante todos los pueblos, por lo nunca visto hasta entonces: Jahvé en medio de los hombres, la salvación en nuestra tierra, el Salvador con nosotros.

I Tes. 5, 16-24

VUESTRO ESPIRITU SE CONSERVE PARA EL ADVENIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

16 Estad siempre alegres.

17 Orad constantemente.

18 En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros.

19 No extingáis el Espíritu;

20 no despreciéis las profecías;

21 examinadlo todo y quedaos con lo bueno.

22 Absteneos de todo genero de mal.

23 Que El, el Dios de la paz, os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo,  se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo.

24 Fiel es el que os llama y es él quien lo hará.

(v. 16-18)  -   No es casual que estas tres exhortaciones estén tan íntimamente unidas: la alegría continua, la oración incesante (Fp. 4,4) y la acción de gracias en todo. Las tres nacen de la misma raíz (Ef. 18, 20): El Esp. Santo de Dios que está en nosotros y vive en nosotros (I Tim. 2, 8). El mundo no nos permite con su mal estar siempre alegres (Lc. 18, 1); el apremio de la vida no nos deja orar continuamente (Lc. 21, 36) y los muchos acontecimientos desagradables no favorecen la acción de gracias. Pero el cristiano que vive en el Espíritu de Dios no sólo vive esta vida terrena sino también la vida espiritual que asume la anterior y la convierte en un acto alegre de culto. Es lo que Dios quiere (4, 3). En las primitivas comunidades cristianas se realizaba este ideal: al atardecer, en un ágape, escuchaban la Palabra de Dios y celebraban la Eucaristía, orando (Act. 2, 42). Aquí se manifestaba sobre todo la alegría y lasencillez de corazón (Act. 2, 46). Oración en común y acción de gracias, sobre todo la Eucaristía, ésto llenaba todo el tiempo (Ef. 5, 18 ss.). La asamblea es la escuela donde aprendemos a vivir en el Esp. Santo en alegría continua y en oración incesante y agradecida.

(v. 19-20)  -   En Tesalónica no se supravaloraban los dones del Esp. Santo, no era fervorosa del Espíritu Santo (Rm. 12, 11), lo contrario a la de Corinto. Es una comunidad joven y su vida espiritual comienza, no saben valorar estos dones todavía. También dijo en Corintio que aspiraran al don de profecía (I Cor. 14, 1). Es el don que más deben estimar los cristianos porque no solo ilumina el futuro (I Cor. 14, 4) (14, 3) (I Cor. 14, 30), sino que edifica, consuela y estimula a la Iglesia y ésto movido por revelación especial. Quien tiene este don en el Espíritu Santo convierte a los pecadores (I Cor. 14, 25) (Ef. 2, 20). No sólo hay apóstoles en la Iglesia sino también profetas.

(v. 21-22)  -   Su espíritu se sirve para hablar del espíritu del hombre, por eso hay que examinar si lo que dice es de Dios, pues la comunidad ha de estar alejada del mal. Los cristianos poseen el don de discernimiento de espíritu (Fp. 1, 9s.) (Rm. 12, 2) (I Cor. 14, 29) (I Jn. 4, 1) pues el Espíritu Santo está en ellos y así son capaces de discernir en cada caso concreto lo que es voluntad de Dios y lo que no lo es.

(v. 23)       -   Nuestra santificación es obra de Dios y es su voluntad que nos santifiquemos (4, 3; 5, 18) ( 3, 10.12); sabe Pablo que los Tesalonicenses no han llegado aún a la plenitud, es Dios quien ha de plenificar esta obra en ellos, le preocupa su perseverancia (3, 5-6). Dios debe fortalecer el corazón débil del hombre para que sea irreprochable en todo su ser, ha de velar sobre los dones de su Espíritu Santo para que no se pierdan y sobre todo pide Pablo el don de la perseverancia final (Heb. 13, 20).

(v. 24)       -   Dios nos llamará y ya nos ha llamado y seguirá haciéndolo (2, 2). Quien le ha oido una vez nunca más puede seguir en reposo (Rom. 8, 28) (I Cor. 1, 9).

                  -   Dios es fiel, lo es consigo mismo (Fp. 1, 6), esto nos da confianza en Dios, que El lo hará (4, 9s.) a pesar de que la comunidad de Tesalónica está amenazada: por fuera perseguida y por dentro débil, pero Dios lo hará: ¡qué gran confianza la del Apóstol que empapa toda la carta!.

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