DOMINGO XXXI (T. Ordinario)
CICLO A
- LA VERDADERA JUSTICIA -
Mal. 1, 14b-2, 2b.8-10
14b Que yo soy un gran Rey, dice Yahveh Sebaot, y mi Nombre es terrible entre las naciones!
1 Y ahora, a vosotros esta orden, sacerdotes:
2 Si no escucháis ni tomáis a pecho dar gloria a mi Nombre, dice Yahveh Sebaot, yo lanzaré sobre vosotros la maldición y maldeciré vuestra bendición
8 Pero vosotros os habéis extraviado del camino, habéis hecho tropezar a muchos en la Ley, habéis corrompido la alianza de Leví, dice Yahveh Sebaot.
9 Por eso yo también os he hecho despreciables y viles ante todo el pueblo, de la misma manera que vosotros no guardáis mis caminos y hacéis acepción de personas en la Ley.
10 ¿No tenemos todos nosotros un mismo Padre? ¿No nos ha creado el mismo Dios? ¿Por qué nos traicionamos los unos a los otros, profanando la alianza de nuestros padres?
- Malaquías, es decir, “mi mensajero” acusa aquí las faltas cultuales de los sacerdotes y también de los fieles. La comunidad israelita flojea después del impulso que dieron Ageo y Zacarías cuando se reconstruyó el templo (5, 15). El profeta, inspirándose en el Deut. y también en Ezequiel, afirma que no es posible burlarse de Dios, que exige de su pueblo religión interior y pureza.
(v. 14b) - Comienza Jahvé, por boca del profeta, afirmando su soberanía, es Jahvé Sebaot, Dios de los
(2, 1.2b) Ejércitos y “mi nombre es temible entre las naciones”. Y como contraste, los sacerdotes de Jahvé que deben dar culto a este Nombre Santo lo profanan sin darle gloria (Sal. 102, 16) por ello se acarrearán la maldición de Jahvé y las “bendiciones”, es decir, los bienes distribuidos a los levitas se convertirán en maldición (Dt. 28, 15).
(v. 8-10) - Los sacerdotes son como guías ciegos que después de extraviarse ellos, extravían a muchos con su personalista interpretación de la Ley de Moisés y la acepción de personas al aplicarla. ¿No son todos hijos de Dios? (Dt. 1, 31) (Ef. 4, 6) ¿No es Dios el Padre de todos? y a pesar de estar tan estrechamente vinculados en Jahvé unos a otros, no se respetan mutuamente y se traicionan unos a otros, más no podrán burlarse de Jahvé. Este es el mensaje del Profeta.