DOMINGO XXXI (T. Ordinario)

CICLO C

MISERICORDIA DE DIOS PARA CON EL PECADOR

Sab. 11, 22-12, 2

22 Como lo que basta a inclinar una balanza, es el mundo entero en tu presencia, como la gota de rocío que a la mañana baja sobre la tierra.

23 Te compadeces de todos porque todo lo puedes y disimulas los pecados de los hombres para que se arrepientan.

24 Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues, si algo odiases, no lo habrías hecho.

25 Y ¿cómo habría permanecido algo si no hubieses querido? ¿Cómo se habría conservado lo que no hubieses llamado?

26 Mas tú con todas las cosas eres indulgente, porque son tuyas, Señor que amas la vida,

1 pues tu espíritu incorruptible está en todas ellas.

2 Por eso mismo gradualmente castigas a los que caen; les amonestas recordándoles en qué pecan para que, apartándose del mal, crean en ti, Señor.

                  -   El pensamiento de estos versículos no es nuevo en Israel, pero nunca había sido expresado con tanta energía y en forma de razonamiento, la universalidad de la misericordia de Dios por los pecadores: La función del amor en la creación y en la conservación de todos los seres.

(v. 22)       -   El mundo ante Dios es nada, como mota de polco (Is. 40, 15), como gota de rocío que se evapora (Os. 6, 4; 13, 3)

(v. 23)       -   Porque Dios es omnipotente, por eso es capaz de compadecerse de los que son débiles y nada pueden, por eso es Dios. Y no sólo aquí está su grandeza sino que cuando el hombre reniega de El, por ser Dios, disimula su pecado, dándole tiempo a que se convierta de nuevo a El (12, 2.10)

(v. 24)       -   Dios porque ha amado ha creado, luego, todo lo existente es reflejo del amor de Dios.

(v. 25)       -   Y no sólo lo ha creado sino que su amor lo lleva a conservarlo, pues si su soplo vital desapareciera dejaría de ser, pues los seres no tienen fuerza vital en sí mismos.

(v. 26)       -   Dios es clemente e indulgente con TODAS las cosas, con TODO, porque es Dios, puede serlo. Así el autor le da como título maravilloso y que define toda su esencia: Amador de la vida (Ez. 33, 11) (Ez. 18, 23) (Sal. 149, 9).

(v. 1)         -   Es el soplo vital difundido por Dios en las criaturas (Gn. 2, 7; 6, 3) (Sal. 104, 29-30) (Jb. 27, 3; 34, 14-15)

(v. 2)         -   La pedagogía divina de corregir y amonestar con infinita paciencia, hasta emplear si cabe el castigo para que todos se arrepientan y crean (Am. 4, 6) (Lc. 15, 7)

II Tes. 1, 11-2, 2

11 Con este objeto rogamos en todo tiempo por vosotros: que nuestro Dios os haga dignos de la vocación y lleve a término con su poder todo vuestro deseo de hacer el bien y la actividad de la fe,

12 para que así el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

2, 1 Por lo que respecta a la Venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,

2 que no os dejéis alterar tan fácilmente en vuestro ánimo, ni os alarméis por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras o por alguna carta presentada como nuestra, que os haga suponer que está inminente el Día del Señor.

                  -   Pablo desea que los fieles de Tesalónica se mantengan fieles y firmes en el Evangelio y testimonio que él les ha comunicado acerca de Jesús. Y para ello hace una oración a Dios que no es hecha sólo en ese momento sino “a toda hora” en su interior.

                  -   Han de portarse con dignidad, a la medida de la vocación que han recibido. Apoyados no en sus fuerzas o méritos, sino en el poder de Dios se harán realidad todos nuestros deseos de perfección, pues nadie es capaz de decir el nombre de Jesús si no es por el Espíritu Santo y estos deseos El los forma en nuestro corazón para llevar a cabo la obra de nuestra fe y ampliar el fin para el que fuimos creados: glorificar a Dios con nuestro ser y glorificarse El en nosotros (Rm. 3, 23; Is. 24, 1s.; 66, 5; Jn. 17, 10).

(v. 1)         -   A continuación les expone, conforme a las inquietudes de estos primeros cristianos, acerca de la manera y tiempo en que se cumplirá el advenimiento del Señor. Les pide que no pierdan el sentido común pues el advenimiento y día del Señor no será para cada uno en el “Día grante y terrible” sino en el pronto día de la muerte de cada uno. La vuelta de Cristo no es inminente y será precedida por señales reconocibles.

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